El futuro del trabajo en unos pocos meses se ha convertido en el presente del trabajo y pasó de ser un concepto visionario a un enfoque práctico.
Enfrentados a una pandemia mundial, millones de empresas de todo el mundo tuvieron que cambiar su forma de trabajar de forma drástica y repentina. A algunas, les resultó fácil la transición al trabajo a distancia, pues tenían la flexibilidad y la tecnología para lograrlo. A otras, en cambio, la tarea les resultó mucho más complicada.
Miles de organizaciones de todo el mundo continúan enfrentando los retos que el COVID-19 ha traído en el lugar de trabajo de forma reactiva a medida que van apareciendo. Sin embargo, el tiempo corre y ahora ha llegado el momento de plantearse cuál será el siguiente paso.
La nueva normalidad ya está aquí; la forma de trabajar ha cambiado para siempre. Las empresas deben tener en cuenta que el camino hacia el trabajo remoto seguirá transformando el espacio laboral.
Al utilizar la experiencia y la tecnología adecuadas, estos lugares de trabajo híbridos brindan la flexibilidad necesaria para prosperar en un mundo en constante cambio.
El 74% de las empresas prevé rotar permanentemente hacia un trabajo más remoto tras el paso del COVID-19. En el futuro las empresas evaluarán nuevas formas de operar e incorporarán métodos que combinan los beneficios de la colaboración y la innovación en el lugar de trabajo con la flexibilidad y la productividad del trabajo remoto.
Todo ello implicará cultivar un modelo de trabajo híbrido e innovador que permita a los empleados moverse sin problemas entre el puesto presencial y el remoto. Esto significará un cambio en los requisitos del espacio físico de una oficina híbrida, que en lugar de ser un simple espacio de trabajo, deberá servir de "centro operativo".
El trabajo basado en la actividad (ABW, por sus siglas en inglés), aquel que ofrece a los empleados y a los empresarios una forma de mejorar la eficiencia y la productividad en el lugar de trabajo, seguirá creciendo tras el COVID-19 sólo si logra seguir ofreciendo protección con un régimen de limpieza estricto.
La nueva normalidad ya está aquí; la forma de trabajar ha cambiado para siempre.
Aunque el trabajo a distancia se ha convertido en la nueva normalidad, todavía hay organizaciones que animan a los empleados a volver a la oficina. Estas empresas tendrán que garantizar la salud y la seguridad de sus empleados, aumentando la frecuencia de limpieza de los puntos de contacto comunes más utilizados, como las puertas, los ascensores y las escaleras.
Los espacios de las oficinas deben empezar a incluir estaciones de higiene con desinfectante para las manos, señalización para indicar rutas seguras por la oficina, una mayor automatización en forma de iluminación y puertas con sensores, así como dispositivos inalámbricos, como impresoras para móviles.
El trabajo a distancia y el ABW se basan en los principios de flexibilidad y confianza, para permitir a los empleados elegir cuándo, dónde y cómo trabajar, siempre que se complete el trabajo. Hablamos de un cambio cultural más amplio que desafía el pensamiento laboral tradicional. En nuestra nueva normalidad, el trabajo se está convirtiendo más en una cosa a hacer que en un espacio al que acudir.
Bajo estos nuevos modelos laborales, los directivos de las empresas se irán centrando poco a poco en los resultados, en lugar de en las aportaciones. Esto entregará a los empleados una mayor flexibilidad para decidir cuándo, dónde y cómo trabajar.
Además de aumentar la productividad, mejorar el balance entre la vida laboral y familiar y otros muchos beneficios, el aumento de la flexibilidad en el espacio de trabajo también ofrece la posibilidad de reducir el contacto físico durante la pandemia. Además, brinda las siguientes ventajas:
El trabajo ha cambiado y el diseño de las oficinas debe adaptarse. El crecimiento del trabajo remoto llevará a las oficinas centrales a incluir a todos los empleados independientemente de su ubicación para crear una colaboración y comunicación eficaces entre el personal ubicado en el mismo lugar y el que está a distancia.
Las organizaciones tienen que considerar optimizar los espacios físicos para las conexiones virtuales acudiendo a herramientas como pantallas de vídeo, una acústica adecuada y la redistribución de las salas de reuniones.
Crea un espacio de trabajo híbrido productivo, seguro y resistente