La industrialización y la globalización han impulsado un modelo de consumo muy poco sostenible a largo plazo: comprar, usar y tirar. Tres verbos que practican millones de personas cada día en todo el mundo con todo tipo de productos. Por eso, tenemos la gran responsabilidad de fomentar el verdadero cambio y aquí es donde la economía circular juega un papel fundamental.
Se trata de un modelo de producción y consumo que implica reutilizar,
reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las
veces que sea posible para crear un producto reutilizable o un valor añadido.
De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende, en vez de desecharlos de manera continuada, creando residuos e impulsando a la producción de unos nuevos.
Te contamos cómo puedes unirte a la economía circular y cómo aplicarla en los procesos de impresión de tu negocio o en la impresión
que realizas en tu casa para poner así tu granito de arena en la conservación del planeta y el medioambiente.
Los dispositivos tecnológicos, como las impresoras, se producen, en muchas ocasiones, con una vida útil limitada desde fábrica. Es lo que se conoce como obsolescencia programada: la acción intencional de los fabricantes para que los productos dejen de servir en un tiempo determinado.
El modelo de consumo desenfrenado se impulsa desde oferta y demanda, y eso es precisamente lo que intenta frenar la economía circular. Si acabamos con la obsolescencia programada y, además, reparamos y reutilizamos aquellos dispositivos que se estropean, estaremos contribuyendo a limitar la producción y destrucción continua de productos.
Esta corriente de la economía circular tiene un impacto clave para mejorar la situación de mares y océanos, ecosistemas terrestres y recursos naturales del planeta. La práctica de usar y tirar está acabando con numerosas especies y ecosistemas debido al impacto de nuestras industrias.
Su principal fortaleza es que, frente a otras alternativas que suponen un freno en la actividad económica, la economía circular solo desvía los
esfuerzos hacia actividades más sostenibles. Impulsa un modelo de consumo más responsable, pero con un resultado igual de bueno en términos de satisfacción de necesidades.
Los procesos de impresión son una parte fundamental de muchísimos negocios y los procedimientos del día a día pueden marcar la diferencia en el consumo de recursos. Incorporar los principios de la economía circular en estos procesos no solo beneficiará al medioambiente, sino también a tu economía, pues reducirás costos y serás más eficiente.
Si tienes una empresa, la incorporación de la economía circular en tus procesos de producción y en la impresión te permitirá ganar productividad, mejorar tu reputación por tus esfuerzos para mejorar el planeta y, además, tendrá costos más reducidos.
En definitiva, va a poder ahorrar costos en material y energía a la vez que contribuyes a un mundo mejor. Por eso, cada vez son más los que apoyan y practican la economía circular en sus negocios.
En las últimas décadas, cada vez es más frecuente no reparar los productos y los objetos que utilizamos en entornos profesionales y personales. Debido a la disminución de los precios, gracias a la competencia en los mercados y la caída de los costos de producción, es más sencillo comprar un nuevo producto que reparar el antiguo.
Así, para un usuario, muchas veces puede ser más sencillo, más cómodo y de costo similar, comprar una nueva impresora que reparar la antigua. Habitualmente, el costo del técnico por hora trabajada ha aumentado notablemente, mientras que el precio de las impresoras no ha dejado de bajar, gracias a la innovación empresarial, la alta demanda y su expansión en empresas y hogares.
Sin embargo, hemos llegado a un punto de inflexión en el que ya el usuario apenas se molesta en averiguar cuánto cuesta una reparación. Cuando deja de funcionar su impresora, simplemente, adquiere una nueva en el mercado. Sobre todo, en los casos de usuarios con las máquinas más asequibles.
Este extremo es contrario a la economía circular y provoca un altísimo costo para el medioambiente y los recursos limitados del planeta, pues empuja a un consumo exacerbado, una generación excesiva de desechos y una producción de nuevos productos en crecimiento exponencial.
Por eso, estas prácticas pueden ser contrarrestadas, e incluso erradicadas, con cada vez más usuarios y empresas que decidan aplicar la economía circular en sus procesos de impresión. Para ello, una de las principales soluciones es reparar y actualizar la impresora periódicamente.
Uno de los consumibles que más contamina en los procesos de impresión son los cartuchos de usar y tirar, ya sean de tinta líquida o tóner. En ambos casos, una opción casi obligatoria para unirte a la economía circular es reciclar todos estos cartuchos.
De hecho, muchos proveedores ya ofrecen un programa gratuito de reciclaje de cartuchos que permite reutilizar hasta un 95% de piezas para fabricar nuevos cartuchos de tóner. Además, los que no pueden reincorporarse al proceso de fabricación se descomponen y se convierten en cartuchos de tóner 100% reciclados.
Algunas organizaciones benéficas y puntos de reciclaje recogen cartuchos de impresora vacíos para reciclarlos o remanufacturarlos con el fin de reducir los residuos que van a parar a los vertederos. Asimismo, a algunas de las piezas recicladas se les dará una nueva vida en nuevos productos, completando así el círculo. ¡En Kyocera también trabajamos por un mundo más sostenible!
Otra de las medidas que aplicar para la reducción del consumo de recursos en los procesos de impresión es ahorrar energía. Los procesos de impresión son intensivos en energía y cualquier reducción supone un gran impacto para mejorar el planeta.
Para ello, una de las acciones más reconocidas es llevar a cabo la impresión por lotes. Es decir, agrupar los trabajos de impresión para hacerlos todos juntos. Aunque parezca una decisión menor, la organización del trabajo de impresión permite aumentar la eficiencia energética a largo plazo.
Para contribuir a la economía circular lo primero es maximizar su vida útil. Después, lo segundo más importante es reciclar todos sus componentes. Muchos de ellos quizás sirvan en el proceso de producción de otras impresoras y, en todo caso, los materiales se pueden aprovechar en la fabricación de otros bienes.
Por eso, cuando la impresora ya haya sido reparada en múltiples ocasiones y se considere obsoleta, es el momento de llevarla a un punto de reciclaje donde le den una nueva vida.
Otras medidas que ayudarán a la reducción de recursos y contribuirán a la economía circular son: la impresión a doble cara, una configuración de impresión optimizada, reducir el tamaño de los márgenes e imprimir en blanco y negro por defecto, reutilizar papel, etc.
Además, intenta comprar consumibles originales y de forma inteligente, mantén tus impresoras en buen estado. Realiza un mantenimiento regular de tus impresoras para asegurarte de que funcionen de manera eficiente.
En Kyocera somos conscientes de la importancia de implementar modelos de negocio sostenibles dentro de las empresas. Por eso, nuestra marca te ofrece varias alternativas, como el equipo multifuncional ECOSYS, para que disminuyas el uso de papel y reduzcas el consumo de energía en todas tus impresiones.