Aunque nosotros hablemos siempre de tecnología, nuestra empresa nunca podría existir sin una filosofía construida y alimentada por el equipo. Trabajar en una compañía no debe ser una cárcel o el sinónimo de lo que menos te gusta de tu vida. Y eso lo saben bien en Pixar.
Por años, los dueños de empresas no se preocupaban por el ambiente laboral, ya que aún sin invertir en sus colaboradores, las personas se quedaban en el mismo trabajo por años y años, pero eso ha cambiado. Las nuevas generaciones, no solo hablando de los famosos millennials, también de los que ya se aproximan a integrarse al mundo laboral son distintos.
Ellos no quieren trabajar en lugares con demasiadas reglas, horarios inflexibles y tareas monótonas. Por ello, tu empresa debe estar preparada para el futuro e invertir en la salud laboral de la oficina, para que tus niveles de rotación disminuyan (es decir menos pérdida de dinero) y sobre todo, tu equipo se levante cada lunes con ánimos de trabajar y ser más productivo.
¿Y qué mejor ejemplo a seguir que Pixar en este sentido? El estudio de animación superó varias crisis importantes durante los años 90 y terminarcon convirtiéndose en una compañía de referencia para la fidelización, la creatividad y la felicidad de empleados y grupos de interés.
Ed Catmull es el cofundador de Pixar (sí, la empresa que hace películas animadas), que a pesar de ser ingeniero en computación fue el artífice de la cultura organizacional de la empresa. Él, junto a sus miles de colaboradores, hicieron posible que películas como Los Increíbles o Intensamente fueran un éxito, sin sacrificar la vida de los equipos involucrados.
En su libro Creativity, Inc él empieza por reconocer todos los errores que tenían como compañía. Las largas horas de trabajo, la falta de integración e inclusión de todas las áreas para resolver problemas, que necesitaban más que 5 jefes.
Así que antes de hacer cualquier cambio, Catmull se dio a la tarea de diagnosticar qué estaba pasando en la empresa ¿por qué su equipo de creatividad estaba bloqueado? ¿Por qué la chica de programación se veía tan cansada? ¿Por qué nadie confiaba en él lo suficiente para preguntar sus opiniones?
Entonces empezó a descubrir que el problema no era la empresa, ni los colaboradores. Era la cultura que, hasta ese momento, ellos habían construido. Sin duda alguna, eso no les evitó hacer una maravilla como Toy Story, pero sus colaboradores no eran felices y eso hacía que los proyectos tardaran mucho más de lo planeado y que su talento más preciado renunciara.
Siempre nos encontramos con el problema de tener gente talentosa trabajando con nosotros, pero que como equipo son un desastre y te preguntas ¿Qué hizo Recursos Humanos mal? ¿Dónde se equivocaron?
No fue en su contratación, si no en no reconocer bien sus personalidades y descifrar si serían capaces de trabajar en armonía. Complementarse en sus capacidades profesionales y emocionales.
Es importante que siempre analices cómo está trabajando cada área de tu empresa, o incluso, cómo trabajan entre áreas. Es importante no solo señalar los errores de un colaborador, pero analizar ¿cuál es la raíz de su insatisfacción, que lo lleva a boicotear a su equipo? Si consigues esa respuesta, probablemente puedas hacer algo como empresa o incluso como amigo, para solucionarlo.
La sinergia de un equipo de trabajo es la forma más fácil de alcanzar objetivos.
Manejar una empresa o equipo es agotador, pero con ser más estricto o fuerte, el problema no se solucionará. Como dueño, gerente o director debes confiar en tu equipo y no intentar controlar cada detalle. A esto se le llama micromanagement y puede ser la ruina emocional y laboral para muchas personas. Además de hacer huir a más de un talento de tu empresa.
Estas personas presentan algunas características como:
Nunca ayudarás a tu equipo siendo este tipo de jefe o líder, tus colaboradores son aliados que te ayudarán a enfocarte en tu trabajo y no personas a las cuales controlar o hacerles sus tareas, por algo los contraste. Cambiar esto será lo mejor para todos.
Esta frase de Catmull está inspirada en el modelo de manejo de calidad que ideó Edwards Deming, estadístico estadounidense muy relacionado al desarrollo de Japón, luego de la segunda guerra mundial.
Trabajar bajo esta filosofía significa que cada persona en tu empresa tiene el mismo valor, derecho y responsabilidad. O sea que debes hacerles saber que si ven algo mal en un proceso o están incómodos con una decisión, tienen el derecho a subir su voz y decirlo.
Es necesario que abras las puertas a toda persona que integre tu compañía y les entregues la confianza de señalar lo que crean incorrecto, ya que a veces la persona que menos pienses puede ver una oportunidad que tú no verías.
Asímismo, es una forma de crear inclusión y pasar de ser una mesa larga llena de gente “importante” a ser una mesa redonda, donde todos comparten el mismo tiempo y espacio para expresarse.
Aunque este artículo no sea técnico es importante recordar que el valor humano es lo que hace a tu empresa existir. Y como la filosofía de Kyocera te dice “haz lo correcto como ser humano”.